Entrevista a Ivan Caballero, co-fundador de The Social Coin

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Entrevista a Ivan Caballero, co-fundador de The Social Coin

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“Definir un propósito, planificarlo y realizarlo es un proceso más reflexivo que puede hacer que el altruismo se convierta en un hábito.“

El término «altruismo» aparece en el siglo XIX con Auguste Comte y define un sentimiento de pertenencia a la sociedad basado en principios que se oponen al egoísmo, haciendo el bien a costa del propio provecho. Pero, ¿qué es el altruismo? ¿Un comportamiento puro, sincero y espontáneo? ¿Una dedicación al otro deprovista de interés? Ivan Caballero, co-fundador de The Social Coin, una iniciativa que tiene como objetivo promover el altruismo a través de monedas que generan cadenas de favores, nos aclara estos conceptos gracias a su experiencia como emprendedor social.

 ¿Por qué nació el proyecto de The Social Coin?

The Social Coin nace como un proyecto entre dos amigos, que se proponen inicialmente cambiar el mundo, aunque pronto se dan cuenta de que es muy ambicioso, así que se conforman con mejorar un poco nuestro pequeño mundo y el ecosistema en el que vivimos. Nos planteamos fabricar monedas que simbolicen una acción desinteresada. Que no se compren. Que no se vendan. Que nazcan, pasen de mano en mano y se planten, mejorando la vida de todos.

 ¿Cómo funciona The Social Coin?

Hemos comprobado que la acción desinteresada es una fuente de felicidad universal. Tanto para quien la hace, como para quien la recibe. Durante el proceso de ideación del proyecto, salimos a la calle a realizar favores nosotros mismos. Nos hemos dado cuenta de que las acciones más cotidianas, en las que cualquier persona se puede encontrar, son las más significativas. Después de muchos intentos, hemos concluido que el mejor proceso para que las personas se comprometan con la ayuda desinteresada es el siguiente: piensa qué favor vas a hacer (puede ser ayudar a cualquier persona, conocida o desconocida); escríbelo en la web y márcate un propósito, lo que te ayudará a conseguir la actitud que necesitas; hazlo realidad y, una vez conseguido, verás el efecto positivo que tiene; entrega la moneda a la persona que has ayudado; pasa la voz y explica cómo funciona The Social Coin y qué te ha movido a ayudarle.

 La moneda es uno de los conceptos clave del proyecto…

¡Sí! El material se puede “programar”, es biodegradable y compostable. Esto quiere decir que podemos decidir qué duración tiene la moneda. Otra de las características de la moneda es que tiene un código único con el que podrás seguir en la web o en el móvil todas las historias de ayuda que ha generado. Todas las monedas son biodegradables (es decir, en contacto con la tierra se descomponen) y, como dentro llevan una semilla que les dota de vida propia, se pueden plantar al final de la cadena, que actualmente son de media de 10 favores o, en cualquier caso, de 3 meses de duración. Desde un punto de vista menos técnico, nuestras monedas están hechas de compromiso, entrega, confianza y empatía.

¿En qué punto está el proyecto?

Después de estos primeros seis meses, estamos consiguiendo las primeras ventas recurrentes. Tenemos clientes como Infojobs e Iberdrola y estamos a punto de conseguir que Schneider reparta monedas entre sus empleados. Estamos llegando a alianzas con posibles revendedores que, de alguna forma, aportarán una capa de servicios a la moneda para darle más valor, como por ejemplo plataformas de e-commerce, agencias de marketing social, etc. Lo más importante para nosotros es que tenemos miles de monedas, corriendo en más de 40 países, que están realizando miles de favores. Tenemos 13 embajadores en trece países diferentes que el día 20 de diciembre van a organizar un evento simultáneo en 11 puntos del mundo a la vez. Con motivo de este evento, 1.100 personas tratarán de resolver 11 problemáticas sociales, una en cada ciudad.

 El economista Adam Smith dijo que “perseguir el propio interés frecuentemente fomentará el interés de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho se intenta fomentar este.” ¿Cree usted que el egoísmo puede ser, paradójicamente, una forma de altruismo?

Nosotros tenemos una ideología muy clara que es la siguiente: está comprobado científicamente que el ser humano desde los 20 meses de vida tiene actitudes altruistas que responden al hecho de sentirse parte de la humanidad. Al contrario, lo que prima en el egoísmo son las necesidades personales ante las necesidades del colectivo. Yo creo que se está demostrando, simplemente mirando los medios de comunicación, que el egoísmo nos ha traído donde estamos. Predominan actitudes muy materialistas. Si nos alineamos con Adam Smith, uno de los beneficios que tú tienes ayudando a los demás es que te sientes más feliz. Si lo ves desde este punto de vista, esta forma de egoísmo tiene sentido para el bienestar del ser humano. SI lo ves desde el punto de vista en el que esta sociedad necesita un revulsivo para trabajar sobre esta carencia de valores, el altruismo es precisamente el antídoto.

 ¿El altruismo no debería ser algo espontáneo? ¿No pierde su esencia al ser institucionalizado?

Es uno de los debates que hemos tenido internamente respecto al altruismo espontáneo: cuando has sido educado con unos principios, durante tantos años, en los que priman tus propias necesidades, te alejas de los demás y resulta difícil que el altruismo salga espontáneamente. Hay personas, como las que realizan trabajos voluntarios, que sí tienen estos valores y se sienten más felices ayudando a los demás. Pero hay muchas personas que están sufriendo mucho y no saben cómo salir de ello, precisamente porqué se sienten aisladas del resto de la humanidad y necesitan un empujón. Por otro lado, en el momento en que recibes un favor y te marcas un propósito, según demuestran estudios de Stanford, adquieres un compromiso mayor para realizarlo. Hemos comprobado en meses de investigación que las actitudes altruistas que espontaneas generan mayor cantidad de cadenas rotas. Definir un propósito, planificarlo y realizarlo es un proceso más reflexivo que puede hacer que el altruismo se convierta en un hábito.

 ¿Cómo se imagina The Social Coin a largo plazo?

El futuro del proyecto confluye con varias tendencias actuales. La primera es que las personas puedan generar sus propias monedas de manera digital y física. La segunda es que las monedas puedan hablar de manera automática con otros dispositivos como el móvil, por ejemplo. La tercera sería el mapeo de las actitudes de las personas y de los sentimientos que tienen en diferentes puntos de sus ciudades. Para resumir, lo veo con millones de monedas generadas por los usuarios y corriendo por todo el mundo y realizando millones de favores. Tenemos también el sueño de crear un tipo de moneda mutante consiguiendo que una moneda física se convierta en una moneda digital. Una moneda genera un ecosistema de ochenta personas y las cadenas medias son de 10 favores, es decir: cada persona que recibe un favor se lo explica a ocho personas, y esto genera una comunidad de ochenta personas por cada moneda. Sin embargo, dentro de esta comunidad, tan solo participan 10 personas. Por esto, el concepto de moneda mutante nos permitiría una realización del altruismo más alta.

 ¿Qué opina del sistema educativo actual? ¿Fomenta este tipo de cambio de valores?

Creo que hay bastantes carencias. Es una educación que está muy lejos de la realidad práctica. Los chicos están formándose con un montón de contenido que no les está capacitando para enfrentarse con los problemas que encontrarán en su vida diaria. Falta una visión muy práctica. Y por otra parte, hay otra carencia desde el punto de vista humano: estamos intentando formar en contenido pero no en capacidades, en la inteligencia emocional, en resolver problemas de manera creativa y atreviéndose. Hoy en día, una persona sin coraje está supeditada a las necesidades de otros.

¿Un pensamiento a contracorriente?

Estamos acostumbrados, sobre todo las personas que hemos estudiado en escuelas de negocio, a pensar en el mainstream, en el establishment, pero cada vez estoy más convencido de que son las personas pequeñas en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas las que están cambiando el mundo, y no grandes personas haciendo grandes cosas en grandes corporaciones.

Por |2013-11-23T10:11:55+00:00noviembre 23rd, 2013|Entrevistas|Sin comentarios

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